Hay un momento mientras elegimos la ropa en el que pensamos seriamente "¿Qué pasaría si hoy salgo en bolas? Debería depilarme. Mi riesgo de violación es prácticamente nulo. Podría ser...". Dura sólo un segundo, y volvemos a la realidad de minitahs para continuar buscando el atuendo perfecto que combine con los aros perfectos y zapatos perfectos, como si nosotras fuéramos perfectas o fuéramos a encontrar a la persona perfecta. Manga de mierdas.