24 abril 2010

Ahora que parece que para siempre no dura tanto, que toda la vida de repente es un rato. Ahora igual que antes puedes para siempre odiarme... por un rato más. O puedes para toda la vida olvidar que también hubo alegrías, pero si prefieres quedarte con años que olvidaste entonces, voy a pedirte que no me nombres. Para siempre, no me nombres. Para ese rato que es toda la vida.
Quiero olvidarme de .














Quiero saber que es por .