28 septiembre 2011

Nos conocemos hace mucho, y siempre nos llevamos muy bien, pero este último año marcó un antes y un después en nuestra hermosa relación. Empezamos a vernos casi todos los días, estuviste conmigo en momentos muy difíciles para mí, me ayudaste, y me alegraste las tardes como nadie. Me hiciste ver que hay vida después de la siesta, y son las chocolinas con dulce de leche que preparamos juntos. Nos convertimos en un dúo inseparable, como dice mi hermano. Definitivamente sos ese amigo incondicional e irremplazable. Jamás me dejes.
Te amo Rupert, mi hermoso cuchillo untador.



Tengo los ojos chuequitos, la cara un poco deforme, pero es a propósito, para que no envidien tanto!

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