18 agosto 2011


Acabo de despertarme y me pasa algo extraño, pasa que me olvidé de todo. Como si por empezar el año no existiera nada que yo conocí. Y me digo tengo suerte, compañero, se lo va a agradecer el corazón.  Hoy podría empezar de nuevo, aprovechando la amnesia que me aqueja. Ya no habrá malas noticias, sólo buenas, ni una queja ni un recuerdo. Algo así como haber cumplido una condena, algo así como una oportunidad. Voy a tratar de vivir sin pasado, sin un clavo oxidado que tengo siempre clavado. Voy a probar este vino del olvido, para embriagarme con él el resto de mi vida. Para vivir hacen falta muchas cosas, pero sobra lo que no existe más, porque no existe más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario