12 abril 2011

Quisiera que el amor dure cinco minutos, aunque es el único dolor merecido. Los inocentes somos culpables siempre ¿Quién dijo cómo tenía que ser todo? ¿Por qué no puede ser a mi modo? ¡Que la libertad sea divina! Porque el amor te espera en la esquina, el dolor te espera en cualquier lado; ya no quiero mi aliento oxidado sólo para mí. Que alguien me diga lo que tengo en el pecho, y me lo saque de mala manera. No es agradable la espera, cualquiera que sea. Podría confesarte todo sin problema, también olvidarme de mi pasado. Bailo mejor acostado, y no sé olvidar. Porque el amor te espera en la esquina, el dolor te espera en cualquier lado, ya no quiero mi aliento oxidado sólo para mí.

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